
Hoy celebramos el suceso más trascendente de la historia del ser humano.
Di-s hablando a Su pueblo, entregándoles mandamientos, leyes y preceptos para vivir en armonia. Mandamientos que son la base de la mayoria de la civilización.
Otro aspecto importante de Shavuot es su conexión con la tierra de Israel. La tradición de llevar los primeros frutos de la cosecha al Templo de Jerusalem es un recordatorio de la conexión entre nosotros, el pueblo Judío y la tierra de Israel – ERETZ ISRAEL.
Hoy enfatizaremos la lectura de los 10 Mandamientos y el consumo de productos lácteos.
Los Diez Mandamientos

“No soy demasiado religioso, pero sí mantengo los Diez Mandamientos” ¿Estas seguro?
1) Yo soy el Señor tu Di-s. En esencia, este es el mandamiento que nos ordena creer en un Di-s. Tengo total confianza que, en lo que respecta a este mandamiento, todos obtendremos buenas calificaciones.
2) No habrá para ti otros dioses delante de Mí. Muy bien, así que no tienes por costumbre hacer una reverencia ante ese busto de Buda que está colocado en el living de tu casa. La pregunta que surge es: en primer lugar, ¿debería estar ahí? Y, ¿no es interesante que en la actualidad estén teniendo lugar esos certámenes de ídolos a lo largo de todo el mundo? Además, por supuesto, están todos esos bien arraigados ídolos contemporáneos que tendemos a comernos con los ojos y venerar; celebridades como Brad Pitt, Madonna o Donald Trump.
3) No tomarás en falso el nombre del Señor. Acá no se trata solamente de dejar de beber o de prestar el juramento en el juzgado. ¿Qué pasa con las palabrotas que usamos en la calle? ¿Cuántas malas palabras de primera calidad hay en tu vocabulario? Y, ¿por qué hay que meter a Di-s en estas expresiones gráficas?
4) Recuerda el día sábado para santificarlo. Es interesante que los Diez Mandamientos figuren dos veces en la Torá. En Éxodo, el cuarto Mandamiento comienza con Zajor.
Guardarás el día sábado para santificarlo. En el libro de Deuteronomio dice: “Observa el Shabat”. Y, el mandamiento de “Recordar” se logra a través de actos positivos como el Kidush, el encender las velas, etc. El de “Observar” para guardarlo (Shamor) de toda profanación, es la parte difícil que puede llegar a limitar nuestros estilos de vida. Es aquí que interviene el verdadero compromiso.
5) Honra a tu padre y a tu madre. Muchas personas cumplen, por cierto, de manera ejemplar con esta mitzvá. Admiro a los hijos, hijas, y a menudo parientes políticos, que se ocupan y atienden las necesidades de un anciano padre o pariente político. Ellos cocinan, les siguen la corriente y a menudo aguantan a viejitos irritables, malhumorados. A medida que pasa el tiempo este mandamiento parece ser más difícil de cumplir. A pesar de esto, la Torá no hace distinciones basadas en la edad. Es nuestra responsabilidad cuidar a nuestros padres cuando dependen de nosotros, igual que nos cuidaron cuando dependíamos de ellos.
6) No matarás. Correcto. Acá tenemos otro mandamiento fácil de cumplir. Estoy seguro que ninguno que esté leyendo este artículo mató a alguien. Pero alguna vez pensaste hacerlo, casi llegaste a hacerlo pero, al fin y al cabo, los judíos no somos del tipo asesino. Sin temor a equivocarnos podemos anotarle un punto a un mandamiento más.
7) No cometerás adulterio. Correcto. Por supuesto.
8) No robarás. En rigor, esto se refiere en particular a los secuestros. Sin embargo, se aplica a todo lo que tiene que ver con robar, incluso a los métodos “de guante blanco”.
9) No darás falso testimonio contra tu prójimo. ¿Cuán honestos somos? Incluso, sin estar bajo juramento, nuestra palabra debería ser sagrada. Recuerdo una oportunidad en que un viejo rabino fue presentado ante un grupo de estudiantes universitarios simplemente como “un hombre que nunca dijo una mentira”. ¿Cuántos de nosotros podría hacer esta afirmación?
10) No codiciarás los bienes de tu prójimo. Éste tampoco es sencillo. El comentario define a este mandato como la prohibición de acosar a alguien, o de manipular la situación, con el fin de adquirir -incluso legalmente- aquello que le pertenece a otra persona. Procúrate algo propio. ¿Por qué tiene que ser su cónyuge, casa o auto?
Bueno, ahora está dicho. ¿Obtuviste el puntaje más alto? ¿Pasaste, o estás en la categoría del cuarenta por ciento o menos? ¿Verdad que vale la pena seguir trabajando el tema de los Diez Mandamientos?
Ojala que todos podamos mejorar nuestro puntaje para algún día, justificadamente, poder afirmar que sí, que realmente observamos los Diez Mandamientos.

Los Diez Mandamientos
Exodo 20
(Dt. 5.1-21)
20 Y habló Di-s todas estas palabras, diciendo:
2 Yo soy el Señor tu Di-s, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
7 No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano; porque no dará por inocente al que tomare Su nombre en vano.
8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
11 Porque en seis días hizo DI-s los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Di-s bendijo el día de reposo y lo santificó.
12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que tu Di-s te da.
13 No matarás.
14 No cometerás adulterio.
15 No hurtarás.
16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
El terror del pueblo
(Dt. 5.22-33)
18 Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.
19 Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos.
20 Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que no pequéis.