He dissolves Congress after it delivers a vote of confidence. That’s unconstitutional.
Eyeing the ruin of Venezuela under 21st-century socialism, one can easily forget that Hugo Chávez came to power in 1999 on a pledge to root out corruption. Forty years earlier Fidel Castro’s Cuban revolution derived much of its popular support from widespread disgust with the corruption of the Batista regime.
This might seem like ancient history, but it helps explain why the unconstitutional dissolution of the Peruvian Congress by President Martín Vizcarra last week has the region’s democrats on edge.
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El presidente de Perú da un golpe de Estado
Él disuelve el Congreso después de que emita un voto de confianza. Eso es inconstitucional.
Al observar la ruina de Venezuela bajo el socialismo del siglo XXI, uno puede olvidar fácilmente que Hugo Chávez llegó al poder en 1999 con el compromiso de erradicar la corrupción. Cuarenta años antes, la revolución cubana de Fidel Castro obtuvo gran parte de su apoyo popular del disgusto generalizado con la corrupción del régimen de Batista.
Esto puede parecer una historia antigua, pero ayuda a explicar por qué la disolución inconstitucional del Congreso peruano por parte del presidente Martín Vizcarra la semana pasada tiene nerviosos a los demócratas de la región.
Perú fue una dictadura militar de izquierda hasta 1980, y sus jóvenes instituciones democráticas son frágiles. Pero ha logrado un progreso económico sustancial en las últimas décadas. El crecimiento real del producto interno bruto ha promediado mejor que el 4.7% anual desde 1999, y el porcentaje de la población que vive en la pobreza ha caído a menos del 22% en 2018 desde el 59% en 2004. La mortalidad infantil disminuyó a 11 por cada 100,000 nacimientos en 2018 desde 35 en 1998. Las exportaciones no tradicionales se han disparado en las últimas dos décadas, y la clase media se ha duplicado como porcentaje de la población.
Estas ganancias se produjeron cuando Perú abrió mercados y mejoró la competencia y el respeto por la propiedad privada y la inversión extranjera. Debido a que el golpe de estado de Vizcarra pone en peligro a las instituciones políticas de Perú, también amenaza la economía.
Los partidarios de Vizcarra lo ven de otra manera. En su opinión, el cierre del presidente de una rama de gobierno igualitaria, que le permitirá gobernar por decreto durante los próximos cuatro meses, está justificado porque la democracia se había vuelto disfuncional. En julio convocó a elecciones generales anticipadas, que el Congreso rechazó. El mes pasado propuso una reforma del proceso por el cual el Congreso elige a los jueces de la Corte Constitucional.
Cuando el empresario de centroderecha Pedro Pablo Kuczynski fue elegido presidente en 2016, Vizcarra fue su compañero de fórmula. Kuczynski renunció bajo acusaciones de corrupción en 2018, y el vicepresidente Vizcarra lo sucedió. Desde entonces ha acumulado la mayor parte de su apoyo desde la izquierda.
“Solo hay una forma de resolver, se llama democracia”.
“Si la situación de Perú es mala que se convoque nuevas elecciones”.
El primer gesto de un presidente de la Republica que sea responsable, no es revocar el mandato de los demás , revoca el tuyo. Por que si la orquesta no funciona bien, no vamos a culpar al violin, culparemos al director.
Jaime de Althaus: “Disolución del Congreso constituye un golpe de Estado”
“Se ha dicho que no se ha intervenido a un grupo de instituciones ni la prensa, pero un golpe de Estado se define por el quiebre del orden constitucional, que se basa en la separación de poderes. Si suprimimos un poder del Estado, estamos realizando un golpe de Estado”, exclamó.
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