ELUL el Mes de la Novia

The month of Elul, whose astral sign is the sign of betulah (“virgin”), is the month of the bride.

El Mes de Elul, cuyo signo astral es el signo de betulah (“virgen”), es el mes de la novia.

The Month of the Bride

 

In every relationship, there are times when the “male” or giving partner takes the initiative, and times when the “female” or receiving partner is the first to express her feelings and thereby stimulate the feelings of her partner.

The question of who takes the initiative has a profound effect on the nature of the relationship (…)

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chabad.org/JewishNewYear/The-Month-of-the-Bride

 

 El Mes de la Novia

En toda relación, hay ocasiones en las que el “hombre” o la pareja que da toma la iniciativa, y otras en las que la “mujer” o la pareja que recibe es la primera en expresar sus sentimientos y, por lo tanto, estimular los sentimientos de su pareja.

La cuestión de quién toma la iniciativa tiene un efecto profundo en la naturaleza de la relación. Porque aunque el resultado final es que ambos expresan su amor mutuo, el socio iniciador determina la naturaleza de la respuesta del otro. Cuando es iniciada por el compañero que da, la respuesta estimulada en el receptor será igualmente una respuesta “masculina”; cuando es iniciada por el receptor, la respuesta del dador también será de naturaleza “femenina”, ya que será influenciada y moldeada por la fuente de su incitación.

En Cantar de los Cantares, que explora la relación entre Di-s e Israel a través de la metáfora del amor entre una novia y su novio, encontramos expresiones de amor iniciado tanto por hombres como por mujeres. En un verso, la narradora proclama: “Mi amado es para mí, y yo para él” (Cantar de los Cantares 2:16). En otro dice: “Yo soy para mi amado, y mi amado es para mí” (ibid. 6:3).

Hay momentos en que el Todopoderoso nos colma de amor y bondad, suscitando en nosotros una respuesta similar (“Mi amado es para mí y yo para él”). Pero también hay momentos en los que tomamos la iniciativa, expresando nuestro amor y devoción a Él a pesar de Su aparente distancia de nosotros, despertando así en Él Su amor por nosotros (“Yo soy para mi amado, y mi amado es para mí”). 

Por otro lado, el amor que generamos nosotros mismos puede ser menos magnífico y glorioso, pero es un amor más profundo y verdadero. Es un amor integral, un amor que viene de adentro y expresa nuestros anhelos más profundos. Y cuando despertamos ese amor en nosotros mismos, Di-s responde de la misma manera, mostrándonos un amor íntimo e integral, un amor que nos abraza tal como somos, en lugar de transportarnos a cumbres sublimes pero ajenas de espiritualidad y trascendencia.

El Acrónimo

El mes de Elul es un tiempo de especial cercanía entre el Novio divino y Su novia Israel. A esto se alude por el hecho de que en hebreo, las primeras letras de la frase “Yo soy para mi amado y mi amado es para mí” (ani ledodi vedodi li) forman la palabra Elul.

Es significativo que el acrónimo de Elul provenga del verso que describe un amor iniciado por la novia, en lugar del verso en el que la muestra inicial de amor proviene del novio. Porque a pesar de su designación como un tiempo de cercanía especial entre Di-s y el hombre, Elul es un mes muy “ordinario”, visiblemente desprovisto de festivales y días sagrados. En otras palabras, Elul no es un tiempo en el que somos “elevados” de nuestra rutina diaria al estado más espiritual de un día festivo; más bien, es un tiempo en el que permanecemos en nuestro entorno natural como seres materiales que habitan una vida material.

Porque el mes de Elul, cuyo signo astral es el signo de betulah (“virgen”), es el mes de la novia. Elul es un momento en el que la iniciativa proviene de nuestro lado de la relación, y la respuesta divina a nuestro amor es aquella que se relaciona con nosotros como seres finitos y materiales y abarca nuestro ser y personalidad naturales.

 

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